Mujer alemana acosada por soldados de la URSS. Foto: Especial
Por, Jorge Santa Cruz– Periodismo Libre
La demagógica propaganda “democrática” instauró el 8 de marzo, como el “Día Internacional de la Mujer”.
Es una conmemoración hipócrita. Y lo vamos a demostrar con el silencio que mantiene en la impunidad a los culpables de las violaciones a por lo menos 3 millones de mujeres alemanas, durante y después de la II Guerra Mundial.
Un testimonio publicado por… la BBC
Hace dos años (8 de mayo de 2015), la BBC de Londres publicó un material alusivo a las violaciones masivas sufridas por las mujeres alemanas a manos de los soldados aliados.
Uno de los testimonios que cita la cadena británica es el del teniente ucraniano de origen judío, Vladimir Gelfand, que servía en el Ejército Rojo.
El militar soviético escribió un diario en tiempos de la guerra, que fue encontrado por su hijo, años después. Leamos: Uno de los pasajes más reveladores lo escribió el 25 de abril, cuando ya habían llegado a Berlín. Gelfand cuenta que estaba dando vueltas en una bicicleta por el río Spree, cuando se topó con un grupo de alemanas que cargaban maletas y bultos. Con su alemán precario preguntó a dónde iban y por qué habían abandonado sus hogares.
“Con horror en sus rostros me contaron lo que les había ocurrido la primera noche que arribó el Ejército Rojo a la ciudad”, escribió.
“Me clavaron aquí”, dijo una de las muchachas y se levantó la falda. “Toda la noche. Eran viejos y otros tenían espinillas. Todos se montaron por turnos. No menos de 20 hombres”, dijo antes de estallar en lágrimas. El teniente cuenta que la muchacha de repente se le tiró encima y le dijo: “Tú puedes acostarte conmigo. Haz lo que quieras conmigo, ¡pero solo tú!”.
Para ese entonces ya los abusos y violaciones cometidas por los soldados alemanes en la Unión Soviética eran ampliamente conocidos durante los últimos cuatro años, lo cual Gelfand había conocido de primera mano mientras se abrían paso hacia Alemania.
Violar y matar
El periodista Juan E. Pflüger publicó lo siguiente en La Gaceta, de España:
El jefe de propaganda del ejército soviético lo tenía claro y así se lo trasmitió a las tropas comunistas que, tras romper el frente oriental, entraron en Alemania: “¡Maten! ¡Maten!. En la raza alemana no hay más que mal, ¡ni uno entre los vivos, ni uno entre los aun no nacidos, nada más que mal! Sigan los preceptos del camarada Stalin. Aniquilen a la bestia fascista de una vez por todas en su guarida. ¡Usen la fuerza y rompan el orgullo racial de esas mujeres alemanas! ¡Tómenlas como su botín de guerra! A medida que avancen, maten, nobles soldados del ejército rojo.”
La consecuencia: dos millones de mujeres alemanas violadas, de las que casi un cuarto de millón asesinadas durante o después de la violación. Una conducta inducida por los mandos que trasmitieron a la tropa “su derecho” a tomar a las mujeres alemanas como parte del botín de guerra.”
Pflüger tiene, entre sus fuentes, un libro publicado en 2005 por el historiador británico Antony Beevor, titulado Berlín, la caída: 1945:
Las denuncias de violaciones en Alemania fueron sistemáticamente silenciadas y ocultadas tras la Segunda Guerra Mundial. Al fin y al cabo, los soviéticos habían sido ganadores del conflicto y Estados Unidos, Inglaterra y Francia no estaban dispuestos, tampoco tenían fuerza para ellos como se demostró poco después, a enfrentarse contra Stalin y sus socios. Un libro publicado en 2005 por el historiador británico Antony Beevor “Berlín, la caída: 1945” demostró documentalmente la masacre cometida por el Ejército Rojo a medida que ocupaba territorio alemán.
Pflüger dice, de manera abierta, que los violadores soviéticos de las mujeres alemanas actuaron de manera salvaje:
Las descripciones que Beevor recoge en su libro son espeluznantes: violaciones múltiples, niñas, ancianas,… El sadismo estuvo presente en todos los casos, pero especialmente en aquellos en los que, como la esposa del ex canciller Helmut Kohl, las hijas eran violadas delante de sus madres. O aquellas en las que los abusos sexuales iban acompañados de torturas que terminaban con la muerte de las víctimas.
La documentación oficial consultada por el historiador no deja lugar a la duda sobre los brutales hechos. En ellos, los más crueles resultaron ser los soldados mongoles que llegaron a crucificar vivas a mujeres que previamente habían violado y se llegaron a encontrar algunas que habían sido ahorcadas con sus propios intestinos tras haberles abierto el estómago.”
860 mil violaciones más
Niñas alemanas, violadas y asesinadas. Foto: La Gaceta, de España
El 8 de marzo de 2015, el periódico español El Mundo, en su edición digital, dio a conocer que los soldados de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia cometieron otras 860 mil violaciones a mujeres alemanas:
La periodista Rosalía Sánchez inicia, así, su reportaje:
“No había agua corriente y mi madre y yo habíamos salido a buscar agua con cubos. Al llegar al puente, los soldados americanos dijeron que mi madre debía pasar, pero que yo tenía que esperar allí. Mamá hizo ademán de volver atrás, pero la empujaron y la obligaron a atravesar el puente. Ella miraba hacia atrás sin perderme de vista, pero no podía hacer nada”. Así relata Elfriede Seltenheim el momento en que las tropas de los aliados occidentales, que habían ocupado su pueblo en Ostbrandenburg, la arrancaron del seno de su familia.
Tenía 14 años en aquel mes de febrero de 1945. Una fotografía tomada unos días antes, a modo de celebración del final de la II Guerra Mundial, la muestra con una tímida sonrisa y dos trenzas doradas que caen sobre sus hombros. Desde allí fue trasladada a un barracón en el que los soldados estadounidenses la violaron innumerables veces, día y noche, durante cuatro semanas.”
Sánchez toma como punto de apoyo el testimonio de la historiadora alemana Miriam Gebhardt:
Gebhardt, que por primera vez pone cifras a las violaciones masivas, calcula 860.000 en los meses posteriores al fin de la guerra. Al menos 190.000 de ellas fueron perpetradas por soldados americanos. “Pero estas cifras son sólo la punta del iceberg. La cifra oscura seguramente es muy superior al doble porque muchas mujeres y niñas prefirieron no hablar nunca de ello por vergüenza”, explica, al tiempo que señala que la publicación de su libro, Cuando llegaron los soldados, es “sólo el principio”.
Violaciones derivaron en al menos 400 mil nacimientos en la Alemania derrotada
Crueldad impune. Foto: La Gaceta, de España
El sitio de Internet Europa hoy publicó el 7 de febrero de 2015 otra estadística que refleja apenas la barbarie a la que fueron sometidas las mujeres alemanas en tiempos de la II Guerra Mundial:
Historiadores alemanes dicen en un nuevo libro que al menos 400.000 niños fueron engendrados por las tropas de las cuatro potencias aliadas que ocuparon Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. Son el resultado de violaciones generalizadas, así como las relaciones amorosas.
Historiadores universitarios en las ciudades alemanas de Jena y Magdeburgo concluyen que sólo Francia ayudó a los niños engendrados por sus tropas de ocupación. Muchos de los nacidos de madres alemanas en cuatro zonas de ocupación sufrieron ostracismo toda su vida.
El estudio que se publicará el próximo lunes en un libro en lengua alemana cuyo título se traduce como “Bastards, los hijos de la ocupación en Alemania después de 1945″, encontraron que al menos 300.000 niños fueron engendrados mediante la ocupación de soldados del Ejército Rojo soviético.
Las violaciones perpetradas a mujeres alemanas se produjo (sic) en las cuatro zonas, incluyendo el sexo forzado por miembros de las unidades francesas y estadounidenses. Sólo unos pocos casos por las tropas británicas fueron descubiertos.
El primero de estos niños nació alrededor de la Navidad 1945.
Los investigadores dedujeron la figura infantil en la zona soviética de un recuento de hasta dos millones de violaciones presuntamente cometidas por soldados del Ejército Rojo.
Por todo lo anterior, volvemos a preguntar: ¿Día Internacional de la Mujer? Que le pregunten a las alemanas violadas por rusos, norteamericanos, ingleses y franceses durante la II Guerra Mundial y después de terminada la contienda.”
Empezaríamos a creer un poco en los patrocinadores de esta conmemoración internacional si reivindicaran a las víctimas alemanas y censuraran el papel histórico de los “buenos”.
Un excelente escrito del periodista Jorge Santa Cruz, el cual ha tocado un tema historico, poco conocido en la nacion Norteamericana. Una triste realidad del cataclismo tragico sufrido por la mujer alemana, cuando las tropas de los bolchevikes, mayormente mongoles, invadieron a Berlin, sin mencionar como los aviones rusos, bombardeaban los barcos llenos de refugiados, mayormente mujeres con sus hijos en brazos, tratando de huir de aquel infierno destructor; madres enloquecidas por tanta barbarie, lanzaban sus crios al frio mar del Baltico.
Una carniceria de gran magnitud.A pesar de ese final sangriento, la disciplina, de aquellos pocos que se enfrenrtaron al Terror Rojo, se mantuvo firme.
El jefe de propaganda del ejército soviético lo tenía claro y así se lo trasmitió a las tropas comunistas que, tras romper el frente oriental, entraron en Alemania:
“¡Maten! ¡Maten!. En la raza alemana no hay más que mal, ¡ni uno entre los vivos, ni uno entre los aun no nacidos, nada más que mal! Sigan los preceptos del camarada Stalin. Aniquilen a la bestia fascista de una vez por todas en su guarida. ¡Usen la fuerza y rompan el orgullo racial de esas mujeres alemanas! ¡Tómenlas como su botín de guerra! A medida que avancen, maten, nobles soldados del ejército rojo.”
Olvidé agregar que el nombre del jefe de propaganda del ejercito Rojo lo fue el mal recordado Camarada Ira Ehrenburg, ruso de origen semita el cual arengaba a las tropas, repartiendo panfletos a las tropas combatientes que se encontraban en mortal lucha en el mismo frente de combate, las mismas palabras que menciona el periodista Jorge Santa Cruz, fueron dichas por este sicario, sediento de sangre
Todos los metodos utilizados para expresar el odio dentro del ejercito Rojo el mejor era, las violaciones a la mujer Alemana, decia el mismo camarada Ehrenburg.
Ninguna mujer de 8 a 80 años se salvó de esas humillaciones, lo mismo enfermas que saludables, era el botin mas preciado dentro del ejercito ruso, la masacre spiritual en contra de la mujer alemana, jamas se detuvo….incluyendo mujeres ya muertas; cientos de esos cuerpos fueron ultrajados, intruduciendo en sus vaginas, barras de hierro, bayonetas etc.
Este tipo de actuacion que ocurria muy a menudo y , jamas visto en ninguna otras guerrras, escribió un testigo, hizo temblar a muchos oficiales de alto rango, que no tenian la fuerza moral, fisica o la disciplina politica para parar dichas brutalidades, la depravacion fue completa; muchas de estas infelices, optaban por el suicidio en masa.