La entrada militar en la Alemania nazi es uno de los momentos más reivindicados por Rusia.
Sin embargo, hay un dato oscuro que se intenta tapar: la venganza de los soldados con las mujeres berlinesas
La entrada de las tropas de la Unión Soviética a la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial es uno de los momentos más reivindicados por Rusia.
Sin embargo, 70 años después, la revisión de esos días finales de la guerra saca a relucir un ángulo oscuro de esa historia: las violaciones masivas de mujeres alemanas a manos de soldados soviéticos.
En las afueras de Berlín, en el parque Treptower, hay una estatua de unos 12 metros de alto con la figura de un soldado soviético con una espada en la mano y una muchacha alemana en la otra, pisando una esvástica rota.
Así simbolizan el lugar donde murieron 5.000 de los 80.000 soldados del Ejército Rojo caídos en Berlín entre 16 de abril y el 2 de mayo de 1945.La colosal proporción del monumento refleja la escala del sacrificio.
Resulta inevitable observar la inscripción que tiene la estatua, donde se lee que el pueblo soviético salvo a la civilización europea del fascismo.
No obstante, para muchos, este memorial se llama La Tumba del Violador Desconocido, según un artículo de la cadena británica BBC.LEA MÁS: Atacaron a Kim Kardashian en Nueva YorkLEA MÁS: Video: la promo NBA que justifica la violencia domésticaExisten registros de innumerables casos de violaciones cometidas por tropas del Ejército Rojo en la capital alemana, aun cuando de esto no se habló en los años siguientes al final de la guerra y es tabú particularmente en Rusia hasta la fecha.
La prensa rusa suele calificar las violaciones masivas como mitos de Occidente, aunque muchos de los datos hallados han sido extraídos del diario de un joven soldado soviético.
Vladimir Gelfand era un joven teniente judío, proveniente de la región central de Ucrania, quien escribió con una franqueza brutal todos los pormenores de las atrocidades de la guerra desde 1941. A pesar de que el Ejército había prohibido llevar diarios, por considerarlos un riesgo para la seguridad.
El manuscrito ha sido ampliamente publicado y pinta la situación caótica de la vida en su batallón, caracterizada por raciones miserables de comida, piojos, antisemitismo y hurtos (se robaban hasta las botas a sus compañeros).En febrero de 1945, Gelfand estaba destacado cerca de la represa del río Oder, donde el ejército se preparaba para el golpe final sobre Berlín.
Ahí cuenta cómo sus camaradas rodeaban y aniquilaban batallones de mujeres alemanas combatientes.
"Las gatas alemanas que capturábamos decían que estaban vengando a sus maridos muertos", escribe el teniente.
"Debemos destruirlas sin misericordia.
Nuestros soldados sugieren apuñalarlas en sus genitales, pero yo sólo las ejecutaría".Uno de los pasajes más reveladores lo escribió el 25 de abril, cuando ya habían llegado a Berlín.
Gelfand cuenta que estaba dando vueltas en una bicicleta por el río Spree, cuando se topó con un grupo de alemanas que cargaban maletas y bultos.
Con su alemán precario, preguntó a dónde iban y por qué habían abandonado sus hogares.
"Con horror en sus rostros, me contaron lo que les había ocurrido la primera noche que arribó el Ejército Rojo a la ciudad", escribió."Me clavaron aquí", dijo una de las muchachas y se levantó la falda.
"Toda la noche.
Eran viejos y otros tenían espinillas.
Todos se montaron por turnos.
No menos de 20 hombres", dijo antes de estallar en lágrimas.
El teniente cuenta que la muchacha de repente se le tiró encima y le dijo: "Tú puedes acostarte conmigo.
Haz lo que quieras conmigo, ¡pero solo tú!".Para ese entonces ya los abusos y violaciones cometidas por los soldados alemanes en la Unión Soviética eran ampliamente conocidos durante los últimos cuatro años, lo cual Gelfand había conocido de primera mano mientras se abrían paso hacia Alemania.
El hijo de Gelfand, Vitaly, cuenta que su padre vio cómo los soldados nazis acabaron con pueblos completos, matando incluso a niños pequeños.
También vio evidencias de violaciones masivas.
El Ejército alemán supuestamente era una fuerza bien organizada compuesta por arios que no contemplaban tener sexo con lo que ellos consideraban subhumanos.
No obstante, de acuerdo con el historiador de la Escuela de Altos Estudios de Economía en Moscú, Oleg Budnitsky, esa prohibición fue abiertamente ignorada.
De hecho, los oficiales nazis estaban tan preocupados por los casos de enfermedades venéreas que establecieron una cadena de burdeles militares a través de los territorios ocupados.
Es difícil constatar cómo fueron tratadas las rusas por los soldados alemanes, dado que la mayoría no sobrevivió a la ocupación, pero el Museo Ruso Alemán en Berlín, dirigido por Jorg Morre, muestra una fotografía del cadáver de una mujer tumbado sobre el suelo, tomada en Crimea por un soldado alemán.
"Luce como si ella hubiese sido asesinada al ser violada o después.
Su falda está levantada y sus manos están sobre su cara", dice Morre.
Cuando el Ejército Rojo inició su marcha hacia Alemania, llamada por la prensa soviética "la guarida de la bestia", se publicaron posters que alentaban a los soldados a mostrar su rabia: "Soldado: ahora estás en tierra alemana.
Llegó la hora de la venganza".El historiador Antony Beevor cuenta que mientras realizaba su investigación para desarrollar el libro La caída, en 2002, encontró documentos de violencia sexual en los archivos de la Federación Rusa.
Habían sido recabados por la policía secreta y enviados a su jefe, Lavrentiy Beria, a finales de 1944. "Estos fueron presentados a Stalin.
Ahí están los reportes de violaciones masivas en Prusia Oriental y de cómo las alemanas preferían matar a sus hijas y a ellas mismas para evitar ese destino", señala Beevor.
El 70 aniversario del fin de la guerra trajo consigo nuevas investigaciones y denuncias de abusos sexuales cometidos por los Aliados (soldados estadounidenses, británicos, franceses y soviéticos), que han comenzado a surgir.
Sin embargo, el sentimiento liberador para la mujeres se materializó en 2008 con el estreno de la película Anónima, una adaptación del libro Una mujer de Berlín, produciendo un efecto catártico para muchas víctimas que habían permanecido en silencio hasta entonces.
Una de ellas es Ingeborg Bullert, hoy de 90 años de edad.
La mujer cuenta que cuando llegaron los soviéticos a su barrio en Berlín, había tanques en la calle.
Como todos se refugió en el sótano de su edificio.
Una de las noches de bombardeo, salió del refugio y fue a buscar a su apartamento un pedazo de cuerda para colgar una lámpara.
De repente la sorprendieron dos soldados soviéticos que la sometieron con pistolas.
"Me violaron los dos.
Pensé que me matarían", recuerda.
Ingeborg nunca contó su amarga experiencia, le parecía muy difícil decírselo a alguien.
"A mi mamá le gustaba alardear con que a su hija no la habían trocado", relata.
Sólo entre junio de 1945 a 1946 hubo 995 peticiones de abortos en uno de los distritos de Berlín.
Los archivos tienen reportes escritos a mano con escritura infantil que denuncian violaciones en la sala de sus casas frente a sus padres.
Pero probablemente nunca se sepa una cifra definitiva de víctimas.
Fuentes de información de los tribunales militares permanecen clasificadas.
El Congreso ruso aprobó una ley en la que cualquiera que denigre de la actuación de Rusia durante la Segunda Guerra Mundial enfrentará multas y hasta cinco años de prisión.
Vitaly Gelfand, hijo del diarista Vladimir, no niega que muchos soldados soviéticos mostraron valor y sacrificio durante la guerra, pero esa no es toda la historia.
"Si las personas no quieren conocer la verdad, se engañan sí mismas.
El mundo lo entiende, Rusia lo entiende y las personas que hacen esas leyes para difamar el pasado también lo entienden.
No podemos avanzar hasta que no miremos atrás", concluye Vitaly.
Das Militär Eintrag in Nazi-Deutschland ist eines der am stärksten von Russland behauptet jetzt.
Allerdings gibt es eine dunkle Gestalt, die zur Deckung versucht: Die Rache der Soldaten mit den Berlin Frauen
Der Eingang der Truppen der Sowjetunion an Nazi-Deutschland im Zweiten Weltkrieg ist eines der am stärksten von Russland behauptet jetzt.
70 Jahre später, eine Überprüfung dieser letzten Tagen des Krieges bringt jedoch einen dunklen Winkel der Geschichte: die Massenvergewaltigungen deutscher Frauen durch sowjetische Soldaten.
Am Stadtrand von Berlin, Treptow Park, gibt es eine Statue von etwa 12 Meter hoch mit der Figur eines sowjetischen Soldaten mit einem Schwert in der Hand und ein deutsches Mädchen in der anderen, Treten auf einem gebrochenen Hakenkreuz.
So symbolisieren sie der Ort, wo tötete 5.000 der 80.000 Soldaten der Roten Armee starb in Berlin zwischen 16. April und 2. Mai 1945.La kolossalen Anteil des Denkmals spiegelt das Ausmaß der Opfer.
Zwangsläufig beobachten die Inschrift hat die Statue, die, dass das sowjetische Volk gerettet europäische Zivilisation vom Faschismus liest.
Doch für viele ist diese Gedenkstätte genannt Grab des unbekannten Vergewaltiger, nach einer britischen Kette BBC, die Gewalt domésticaExisten unzählige Aufzeichnungen rechtfertigt Verletzungen durch Soldaten der Roten Armee in der deutschen Hauptstadt begangen, obwohl dies nicht in den Jahren nach dem Ende des Krieges und insbesondere Tabu in Russland bis heute diskutiert.
Russische Medien oft als Massenvergewaltigungen Mythen des Westens beschrieben, obwohl viele der gefundenen Daten werden aus dem Tagebuch eines jungen sowjetischen Soldaten gemacht.
Vladimir Gelfand war ein junger jüdischer Leutnant, von der zentralen Region der Ukraine, die sich seit 1941 mit brutaler Offenheit schrieb alle Details der Gräueltaten des Krieges Obwohl die Armee halten täglich verboten, wenn man bedenkt ein Risiko für die Sicherheit.
Das Manuskript wurde vielfach veröffentlicht und malen das Chaos des Lebens in seinem Bataillon, gekennzeichnet durch miserable Lebensmittelrationen, Läuse, Antisemitismus und Diebstähle (bis Stiefel gestohlen seine Begleiter) .In Februar 1945 wurde in der Nähe stationiert Gelfand Damm des Flusses Oder, wo die Armee wurde zum letzten Schlag auf Berlin vor.
Das erzählt, wie seine Kameraden umgeben und vernichtet Bataillone der deutschen Frauen-Kämpfer.
"Die deutschen Katzen, die wir sagen, sie wurden ihrer toten Gatten rächen gefangen", schreibt Lieutenant.
"Wir müssen sie ohne Gnade zu zerstören.
Unsere Soldaten schlagen stech seine Genitalien, sondern nur ausführen ".Eine der aufschlussreichsten Passagen schrieb er am 25. April als sie nach Berlin kommen.
Gelfand merkte, dass er auf einem Fahrrad die Spinnerei an der Spree, als er in eine Gruppe von Deutschen, der Koffer und Bündel durchgeführt lief.
Mit seinem schlechten Deutsch, fragte er, wohin sie gingen und warum sie ihre Heimat verlassen hatten.
"Mit Entsetzen auf ihren Gesichtern, sagte ich ihnen, was war die erste Nacht, die wir die Rote Armee kam in die Stadt passiert ist", schreibt er. "Ich war hier festgenagelt", sagte eines der Mädchen und hob ihren Rock.
"Die ganze Nacht.
Sie waren alt und andere hatten Pickel.
All montiert Verschiebung.
Nicht weniger als 20 Männer ", bevor in Tränen auszubrechen.
Der Abgeordnete darauf hingewiesen, dass das Mädchen warf plötzlich auf und sagte: "Du kannst bei mir schlafen.
Tun Sie, was Sie wollen mit mir, aber nur du! ". Bis zu diesem Zeitpunkt die Verletzungen und Verletzungen von deutschen Soldaten in der Sowjetunion begangen wurden, weit verbreitet in den letzten vier Jahren ist bekannt, die Gelfand hatte aus erster Hand zu sehen, während geöffnet Schritt in Richtung Deutschland.
Gelfand Sohn Vitaly, dass sein Vater sah, wie die Nazi-Soldaten vernichtet ganze Dörfer, auch kleine Kinder zu töten.
Er sah auch Anzeichen für massive Verletzungen.
Die deutsche Armee war angeblich eine gut organisierte Kraft der Arier zusammengesetzt, dass sie nicht Sex mit, was sie als Untermenschen zu haben.
Doch nach dem Historiker der Schule für Höhere Studien für Wirtschaft in Moskau, Oleg Budnitsky, dieses Verbot wurde offen ignoriert.
In der Tat waren Nazi-Funktionäre so besorgt über Fälle von Geschlechtskrankheiten, die eine Kette von militärischen Bordelle in allen besetzten Gebieten etabliert.
Es ist schwer zu sehen, wie sie von deutschen Soldaten behandelt Russian wurden, da die meisten nicht die Besatzung zu überleben, aber die German Russian Museum in Berlin, nach Jorg Morre führte, zeigt ein Foto der Leiche einer Frau auf dem Boden liegen, genommen auf der Krim von einem deutschen Soldaten.
"Es sieht aus, als ob sie vergewaltigt oder später getötet worden waren.
Ihr Rock angehoben und seine Hände sind auf dem Gesicht ", sagte Morre.
Als die Rote Armee begann ihren Marsch in Richtung Deutschland, die Sowjetpresse als "die Höhle des Tieres" Plakate, die Soldaten aufgefordert, ihre Wut zeigen, wurden veröffentlicht: "Soldier: Jetzt auf deutschem Boden sind Sie.
Es ist Zeit für Rache ".Die Historiker Antony Beevor, dass während der Durchführung seiner Forschungs-, das Buch fallen zu entwickeln, im Jahr 2002, sexuelle Gewalt gefundenen Dokumente in den Archiven der Russischen Föderation.
Sie hatten von der Geheimpolizei zusammengetragen und zu seinem Chef, Lavrentiy Beria, Ende 1944 schickte "Diese wurden an Stalin vorgestellt.
Es gibt Berichte über Massenvergewaltigungen in Ostpreußen und wie die deutsche bevorzugt, ihre Töchter zu töten und sich dieses Schicksal zu vermeiden ", sagte Beevor.
Der 70. Jahrestag des Kriegsende brachte neue Ermittlungen und Vorwürfe des sexuellen Missbrauchs von den Alliierten (US-Truppen, britische, Französisch und sowjetischen), die damit begonnen, entstehen.
Doch die befreiendes Gefühl für Frauen materialisiert in 2008 mit der Premiere des Films Anonymous, eine Adaption des Buches Eine Frau in Berlin, was eine kathartische Wirkung für die vielen Opfer, die schweigen, bis dann geblieben.
Einer ist Ingeborg Bullert, jetzt 90 Jahre alt.
Die Frau sagt, dass, als die Sowjets kam zu seinem Viertel in Berlin, waren Panzer auf der Straße.
Wie wir alle suchten Zuflucht im Keller seines Gebäudes.
Einer der Bombennächte, verließ das Tierheim und ging in seine Wohnung ein Stück Seil, eine Lampe hängen zu finden.
Plötzlich schlug sie von zwei sowjetischen Soldaten, die sie mit Waffen unterzogen.
"Ich habe sie vergewaltigt.
Ich dachte, sie würden mich töten ", erinnert er sich.
Ingeborg nie gesagt, seine bittere Erfahrung, so schien es sehr schwierig, jemandem zu sagen.
"Meine Mutter mochte zu rühmen, dass ihre Tochter nicht umgetauscht", sagt er.
Nur von Juni 1945-1946 gab es 995 Anfragen für Abtreibungen in einem der Stadtteile Berlins.
Die Dateien wurden mit Kindern das Schreiben von Berichten wegen Verletzung im Zimmer ihrer Häuser vor den Augen ihrer Eltern handschriftlich.
Aber wohl noch nie eine endgültige Zahl der Todesopfer ist bekannt.
Informationsquellen bleiben Kleinanzeigen Militärgerichte.
Russian Kongress ein Gesetz verabschiedet, dass jeder, der während des Zweiten Weltkriegs die Handlungen Russlands verunglimpft werden Geldstrafen bis zu fünf Jahren im Gefängnis Gesicht und up.
Vitaly Gelfand, Vladimir diarist Sohn leugnet nicht, daß viele sowjetische Soldaten zeigte Mut und Opferbereitschaft während des Krieges, aber das ist nicht die ganze Geschichte.
"Wenn die Menschen nicht wollen, um die Wahrheit zu erfahren, täuschen sie sich.
Die Welt versteht, versteht, Russland und die Menschen, die diese Gesetze machen zu diffamieren die Vergangenheit auch zu verstehen.
Kann nicht vorwärts bewegen, bis Sie zurückblicken", sagt Vitaly.